Murciélago Vampiro

Desmodontinae.

Autor de la imagen: Ltshears.

Desmodontinae

Es un mito que todos los murciélagos se alimentan de sangre, pero existen 3 especies que sí lo hacen. Son conocidos como murciélagos vampiro y pertenecen a la subfamilia Desmodontinae, pero distan mucho de ser los clásicos murciélagos chupadores de sangre que el cine, la televisión y la literatura han retratado.

Orden: Chiroptera
Familia: Phyllostomidae
Subfamilia: Desmodontinae
Géneros: Desmodus, Diaemus y Diphylla
Especies: Desmodus rotundus, Diphylla ecaudata y Diaemus youngi.

Descripción

Morfología.

Los murciélagos vampiro se diferencian de otras especies por tener una cola notablemente corta. Su hocico es corto y sus patas traseras son muy fuertes, ya que a diferencia de otros murciélagos, son capaces de caminar, de correr y de saltar. Sus orejas son pequeñas y sobresalen dientes afilados capaces de cortar con presteza la piel de un animal.

Peso y tamaño.

Son especies de tamaño mediano, ligeramente más grandes que otras especies de climas templados. Normalmente miden 32-35 centímetros de envergadura y pesan alrededor de 40 gramos.

Coloración.

El pelo de su cuerpo presenta un tono marrón oscuro a marrón claro, de acuerdo con la especie de la que se trate. La zona inferior del cuerpo tiende a ser más clara.

Distribución y hábitat

Las tres especies de murciélagos vampiro se localizan desde el sur de México a través de Centroamérica y hasta Sudamérica en Brasil, Chile y Argentina, por lo que son oriundas del Nuevo Mundo.

Sus hábitats son zonas húmedas, tropicales y subtropicales, pero también están presentes en regiones áridas. Forman colonias en sitios oscuros y húmedos como cuevas, pozos, árboles huecos, minas y edificios abandonados.

Con base en fósiles en otras partes de América, se cree que las especies alguna vez se extendían hasta Norteamérica, probablemente hacia el norte de California y Virginia occidental, en Estados Unidos.

Información sobre el murciélago vampiro.
Murciélago Vampiro – Subfamilia Desmodontinae. / Autor de la imagen:
Ltshears.

Alimentación

Evidentemente, los murciélagos vampiro mantienen una dieta basada en la sangre de otros mamíferos. Ocasionalmente también incluyen la sangre del ser humano, pero no es muy común. Y desde luego, no posan sus labios en el cuello de su víctima para chupar la sangre, sino que hacen un corte de 7 milímetros de ancho con sus incisivos en la piel de un área escasa de pelo para que la sangre mane. Evitan cortar venas y arterias y si la piel tiene un pelaje denso, utilizan sus dientes para “afeitar” el área.

Evitan cortar venas y arterias y si la piel tiene un pelaje denso, utilizan sus dientes para “afeitar” el área.

Acto seguido, el murciélago comienza a lamer la sangre de la herida. Cabe recalcar que no chupa el líquido. La saliva contiene anestésicos que evitan que la víctima sienta dolor (en el peor de los casos siente molestia) y anticoagulantes que favorecen que la sangre fluya sin parar. Pero no hay de qué preocuparse, el animal no se desangra.

Los murciélagos vampiro son tan eficaces que pueden beber durante 30 minutos sin que su víctima se dé cuenta de lo que sucede. Un solo quiróptero requiere alrededor de 2 cucharadas de sangre todas las noches. Si no se alimenta durante 2 noches seguidas, corre el riesgo de morir.

Comportamiento

Son exclusivamente nocturnos y se alimentan únicamente de noche. Viven en colonias y suelen establecer una jerarquía social. Los harenes se componen de hembras con sus crías y de machos residentes, mientras otros machos permanecen separados de los demás. Si la temperatura desciende, los vampiros de patas peludas (Diphylla ecaudata) aceptan a los machos no residentes, probablemente para conservar el calor que implica más miembros juntos.

Los individuos pueden compartir la sangre unos con otros regurgitándola.

Un comportamiento curioso y no imaginado en todo aquello que lleva la palabra “vampiro”: los individuos suelen compartir la sangre unos con otros regurgitándola, ya ves que necesitan alimentarse frecuentemente para no morir. Los individuos son más “comprensivos” con las hembras que acaban de dar a luz, y se ha observado en cautiverio a otros murciélagos alimentando a la estrenada madre.

Reproducción

Sus hábitos reproductivos son similares a los de otros murciélagos. Las hembras dan a luz 1 cría y rara vez 2. Los machos residentes copulan con las hembras de su harén, pero no es totalmente extraño que un macho externo se aparee con estas hembras.

No parece haber una época específica de reproducción; pueden tener crías en cualquier época del año. La diferencia con otras especies de murciélagos radica en el tiempo que dedican a cuidar a sus pequeños: hasta 9 meses. El período de gestación es también más largo que el de los frugívoros, pues abarca unos 7 meses.

Amenazas y conservación

A causa de la negativa fama que tienen, los murciélagos vampiro son denostados por los seres humanos. En ocasiones transmiten a los animales domésticos enfermedades como la rabia por medio del contacto de su saliva con los fluidos de la víctima. Las mordeduras a seres humanos no son frecuentes, pero han sucedido, por lo que es importante tener cuidado con su presencia en las poblaciones humanas.

Las 3 especies se catalogan como de “Preocupación Menor” en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

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